¿Cómo pueden los bancos reducir su dependencia en los sistemas heredados?
16 de junio de 2021
La mayoría de las instituciones financieras y los proveedores de servicios financieros cuentan con sus propios sistemas antiguos que han estado ejecutando sus operaciones cotidianas de forma eficiente durante años. Hoy, sin embargo, estos sistemas presentan más problemas que beneficios debido a su tecnología obsoleta, altos costos de mantenimiento y soporte, así como sus limitaciones para abordar las nuevas necesidades del mercado, requisitos comerciales y mandatos regulatorios.
Estos sistemas son los sistemas heredados, o aplicaciones heredadas, que Gartner define como: “Sistemas informáticos que pueden estar basados en tecnologías obsoletas pero que son fundamentales para las operaciones cotidianas”. Esta definición es muy precisa, ya que los principales desafíos que las instituciones financieras han enfrentado son el tiempo, los costos, los esfuerzos y los riesgos necesarios en relación con la modernización de los sistemas heredados, especialmente si son sistemas centrales y fundamentales.
Sin lugar a duda, el auge de la industria de las tecnofinanzas y la rápida evolución de los servicios digitales han presentado nuevos desafíos y han puesto presión sobre las instituciones financieras para que también mejoren rápidamente sus servicios a fin de satisfacer las exigencias de sus clientes y equipos comerciales. En otras palabras, tales instituciones financieras deben sostener su negocio en lo que se ha convertido en un mercado altamente competitivo. Sin embargo, este cambio es mucho más fácil de decir que de hacer.
Muchas instituciones financieras ya comenzaron a modernizar sus sistemas heredados, mientras que otras aún están en la fase de evaluación y planificación. En general, la posición actual de las instituciones financieras con sus sistemas heredados depende de los sistemas que tengan instalados, las escalas comerciales, los catálogos de servicios y la complejidad de sus operaciones comerciales a nivel interno.
En todos los casos, algunas preguntas comunes de las instituciones financieras en este proceso de modernización incluyen: ¿Cuánto nos ha costado hasta el día de hoy? ¿Cuánto tiempo y costos adicionales se necesitarán? ¿El nuevo sistema modernizado quedará obsoleto en unos pocos años debido a los continuos cambios en la tecnología, el carácter empresarial y las necesidades del mercado?
Todas estas preguntas son viables. ¿Cómo pueden las instituciones financieras garantizar un rendimiento aceptable de la inversión en la modernización de los sistemas heredados? En pocas palabras, ¿cómo pueden las instituciones financieras reducir su dependencia de los sistemas heredados y acelerar la transformación digital?
Durante la última década, las empresas de tecnología y los proveedores de soluciones han intentado distintos enfoques para encontrar el equilibrio óptimo entre lograr los beneficios de los sistemas heredados actuales, que incluyen su vasto patrimonio comercial y estabilidad a lo largo de los años, así como transformar los servicios financieros, que incluyen el desarrollo de experiencias de clientes fáciles de usar y totalmente digitales en todos los canales.
Modelado de procesos de comerciales
En la última década, las instituciones comenzaron a considerar el modelado de procesos de comerciales (BPM, por sus siglas en inglés) como parte de su programa de transformación de sistemas heredados. El enfoque presentó nuevos desafíos, incluida la necesidad de actualizar todos los procesos y actividades de las instituciones a fin de desarrollar un catálogo de servicios definido. Luego, se tuvo que traducir los resultados en actividades que se pudiera mapear en pequeños componentes para que fuesen compatibles con los sistemas de front-end y pudieran integrarse con los sistemas heredados. El fundamento de este enfoque fue que cada nuevo proceso ahora está contenido en una capa externa de integración entre los sistemas heredados y los sistemas digitales modernizados.
De una arquitectura orientada a servicios a una arquitectura de microservicios
La introducción de la arquitectura orientada a servicios (SOA, por sus siglas en inglés) en el diseño de soluciones financieras fue uno de los primeros enfoques en la migración de sistemas heredados a sistemas más modernizados. Sin embargo, la evolución natural de esta tecnología llevó a una tecnología más robusta y flexible conocida como arquitectura de microservicios.
La arquitectura de microservicios sirvió para mejorar las características introducidas originalmente por la SOA, y con la evolución de la computación en la nube en la última década, ahora se está convirtiendo en la norma de hecho para migrar sistemas heredados a una infraestructura nativa de la nube.
Por último, se introdujo un nuevo enfoque para adaptarse a las nuevas tendencias basadas en el alojamiento en la nube y la infraestructura basada en la nube. La nueva arquitectura de microservicios permite a las instituciones construir una capa de comunicación independiente entre microservicios, ya sea individualizada o mediante buses de eventos que facilita la orquestación de transacciones de un extremo a otro. Los buses de eventos se volvieron especialmente importantes cuando las instituciones comenzaron a considerar los servicios heredados de back-end como microservicios por sí mismos y a integrarlos con los nuevos sistemas digitales modernizados.
Este enfoque ha permitido que las instituciones financieras mantengan su inversión en sus sistemas heredados, al tiempo que les permite migrar de forma eficaz a nuevos sistemas modernizados, aplicar la digitalización de servicios gradualmente y atender sus necesidades comerciales sin obstaculizar las operaciones comerciales normales.
Además, ha permitido a las instituciones financieras evaluar, analizar y mejorar continuamente sus nuevos servicios digitales a fin de mejorar la satisfacción de sus clientes y el tiempo de comercialización a través de la integración continua y la entrega continua (CI/CD, por sus siglas en inglés), los cuales facilitan la implementación gradual de los servicios.
En ProgressSoft, seguimos el enfoque de la arquitectura de microservicios mediante la introducción de un conjunto de soluciones que fungen como capas intermedias de transformación digital en las instituciones financieras. Comenzamos desde la Plataforma de banca digital que lanzamos recientemente hasta el Centro de pagos universales, los cuales se basan en una arquitectura de microservicios con un vasto conjunto de interfaces de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) que facilitan la integración y modernización de los sistemas, con cambios y costos mínimos o nulos para los sistemas heredados.
A la luz de lo expuesto anteriormente, ¿cuándo deberían las instituciones financieras migrar un proceso o servicio de sus sistemas heredados?
La modernización de los sistemas heredados y las transiciones a una transformación digital en las instituciones financieras no son iniciativas a corto plazo. Conllevan múltiples fases que se basan en las estrategias individuales y en la hoja de ruta de cada institución, así como en los qué estas consideran como productos mínimos viables (MVP, por sus siglas en inglés). Durante la ejecución del programa, los procesos comerciales y la naturaleza de los servicios seguirán cambiando de acuerdo con las necesidades del mercado o los requisitos internos de las instituciones. Por lo tanto, siempre recomendamos que las instituciones financieras eviten realizar nuevas inversiones en sistemas heredados con el fin de abordar estos cambios. En su lugar, recomendamos que los servicios de extremo a extremo de recién introducción se mantengan dentro de una plataforma de orquestación de microservicios que esté integrada con sistemas heredados. O bien, recomendamos a las instituciones migrar completamente a la nueva plataforma y dejar los sistemas heredados a efectos de registro de transacciones simples y entradas en el libro mayor.
Descubrimos que, con esta recomendación, las instituciones financieras minimizan su dependencia de los sistemas heredados y alientan a sus equipos internos a acelerar la digitalización de los servicios mientras mitigan el tiempo, los costos y los riesgos en relación directa con el proceso. También proporciona la flexibilidad necesaria para dejar los sistemas heredados, ya que los nuevos servicios específicos funcionales ahora pueden satisfacer todas sus necesidades comerciales internas y externas.